La Miel
Origen:
La miel es elaborada por las abejas a partir de substancias azucaradas provenientes del nectar de las plantas, que se encuentra escencialmente en las flores.
Composición:
La miel se compone de los azúcares, que entran en su comprosición en un 80% aproximadamente. Estos azúcares son muy diversos, pero contienen en su mayor parte, glucosa y levulosa. Igualmente se encuentran allí otros azúcares como sacarosa, melezitosa, maltosa, etc.
La miel también contiene proteínas, vitaminas, minerales, entre otros.
La concentración de agua en la misma puede variar entre 17% al 20%.
Cristalización:
Según la proporción de azúcares contenidos, las mieles cristalizan más o menos rápidamente.
Conservación:
Es la concentración de azúcares de la miel, la que permite su conservación, por lo que el almacenamiento de la misma, debe hacerse al abrigo de la humedad. Es recomentable cerrar hermeticamente los recipientes donde haya sido colocada.
Coloración y Aroma:
Las mieles recogidas pueden ser muy diversas, tanto por la consistencia como por la coloración y el aroma. Las mieles varían de una región a otra en función de la flora local.
Miel Calentada:
Podemos estar inducidos a calentar la miel para descristalizarla. En este caso, la miel debe calentarse a la temperatura más baja posible, durante un tiempo corto.
Una miel endurecida, puede licuarse de nuevo, sin peligro, a la temperatura de 43°-45°C.
Valor Alimentario:
Teniendo en cuenta su composición, la miel es un alimento fuertemente energético. Contiene los azúcares directamente asimilables por el organismo, lo que la hace un alimento precioso para los enfermos, niños y deportistas.
Propiedades Terapéuticas:
La miel forma parte de la farmacopea. Antiguamente era empleada en numerosas preparaciones.
Además de algunas propiedades generales, ciertas mieles recogidas a partir de determinadas plantas pueden tener propiedades específicas.
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.